CENTRO CULTURAL SAN FRANCISCO SOLANO


Lima, 15 de diciembre de 2023

SE LA QUIEREN LLEVAR FÁCIL

Por Antero Flores-Araoz

Como lo he manifestado otras veces, no soy asiduo y, menos fanático a las redes sociales y a estar abriendo mensajes colectivos, por supuesto con excepciones, como la que les cuento.

Recibí un WhatsApp que daba cuenta de unas expresiones de quien fuera reputado siquiatra en los Estados Unidos de América, aunque originario de Polonia, Emanuel Tanya, quien narró que un importante industrial alemán, al ser preguntado luego de la Segunda Guerra Mundial sobre cuantos alemanes en realidad eran nazis respondió:

Muy pocas personas eran verdaderos nazis … pero muchos disfrutaron del regreso del orgullo alemán y muchos más estaban demasiado ocupados para preocuparse. Yo era uno de los que pensaba que los nazis eran un montón de tontos. Entonces, la mayoría simplemente se sentó y dejó que todo sucediera. Luego, antes de que nos diéramos cuenta, nos poseían, habíamos perdido el control y había llegado el fin del mundo. Mi familia lo perdió todo. Acabé en un campo de concentración…”

El lector se preguntaré a que viene lo antes mencionado y la respuesta es sencilla, eso les puede suceder a quienes ven al país en indeseables manos y ello fue porque no hicieron lo correcto a tiempo para impedirle. Su ceguera y egoísmo originó que no se preocupasen en los asuntos de Estado y que este último cayera, como ya sucedió con el gobierno de Pedro Castillo, sin olvidarnos por cierto de otros engendros de la política.

Los ciudadanos de bien no solo deben ocuparse de sus asuntos, sean familiares, empresariales, profesionales o laborales, sino que deben también hacerlo en los temas públicos, pues el país es de todo y hay que impedir que caiga en manos de indeseables, que solo quieren llenarse los bolsillos a costa del presupuesto público y de dineros mal habidos originados por la corrupción.

Si es que no intervienen los ciudadanos serios y honorables en los asuntos que deben interesar al país, están dejando espacios vacíos y, cuando ello sucede, tales espacios se llenan con cualquier cosa, como pasó en la Alemania en tiempos de los nazis y ha sucedido también en otras latitudes, incluso como hemos señalado en nuestro querido Perú.

Tenemos la obligación moral de interesarnos en los asuntos públicos y, quienes no lo hacen son responsables de que lleguen a gobernar quienes no tienen ni las condiciones ni las capacidades para hacerlo. Quienes creen que con solo concurrir a emitir su voto en las elecciones y pagar sus impuestos, cumplieron con el país, pues están equivocados, cumplieron si, pero a medias y no como corresponde. Se las llevan fácil, pero ahora, sin embargo, a futuro como lo que sucedió en la Alemania nazi, los resultados serán desastrosos y les afectará, pero su arrepentimiento por no haber hecho lo debido no servirá de nada y llegará absolutamente tardío.

Se dice que nadie escarmienta en cabeza ajena, pero hay que tratar de hacer lo debido y a tiempo. Es un reto que todos debemos afrontar.